Reflexiona

  • ¿Cómo me siento cuando estoy donde no quiero estar? Por ejemplo, en un atasco, en tu trabajo o tu emprendimiento…
  • Qué haces con esas situaciones, ¿huyes, las evitas o te quedas?
  • ¿Permites que aquellos momentos que te desestabilizan sean como son o por el contrario luchas, etiquetas y sientes negándolos?
  • Cada vez que niegas o luchas tu ego se hace más fuerte. Éste no sobrevive a la aceptación.
  • Si todas las experiencias que vives día tras día son efímeras, ¿qué hace que quieras retenerlas o agarrarte a ellas como un clavo ardiendo?
  • ¿Sabes qué pasa cuando dejas de dicutir con lo que es? Tus pensamientos compulsivos sobre lo que debería ser se reducen, tu mente deja de etiquetar lo que es como “bueno” o “malo”.
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