- Consciencia. Este es el primer paso para todo. ¿Eres consciente cuando entras en lucha con lo que es? ¿Sientes lo doloroso y el sufrimiento que te genera el oponerte internamente a lo que ya está siendo?
- Ahora eres libre. ¿Así de fácil, Sara? Y yo te contesto “solo tienes que entrenarlo”. Cuando te das cuenta de la lucha interna que estás generando eres libre para renunciar a ella.
- Date tiempo. Muchas veces nos agobiamos porque queremos todo para ya. Queremos poder decidir no luchar cuando nuestro patrón de actuación es entrar en lucha cada 2×3.
Por todo esto, quiero decirte que lo importante no es correr y sí ir dando pequeños pasos para acercarte a tu objetivo. Quizá las primeras veces te des cuenta de que has estado en lucha a los días, ¡fenomenal! Solo desde ahí vas a poder ir acortando distancias e ir acercándote al momento en el que ocurre.
Si te regañas por no ser consciente en el mismo momento estarás tirándote piedras sobre tu propio tejado (además de aumentar tu sufrimiento).