Agárrate que viene un chiste malo donde los haya:
-¿Sabves lo que le dice una silla rica a una silla pobre?
-No, dime.
-Pobresilla.
Ja, ja, ja
Quien avisa no es traidora.
Este pobresilla tiene mucho que ver con nuestro Ego porque no solo se sitúa por arriba (la del éxito, la del mostrar qué guay es su vida, la de mira qué maravilla de persona soy…).
No, el Ego también se sitúa por debajo.
En el rol de víctima.
Pobresilla.
¿Qué puedes hacer para salir del victimismo?
Aparte de apuntarte a El club de las F*cking Diosas, la suscripción para personas que saben que el tiempo y la energía son limitados, además puedes entrenar estos seis puntos clave.
- Sé consciente. Lo sé, no estoy descubriendo América, pero lo trabajo 203984756483920283 millones de trillones de veces a diario en terapia.
- Acepta tu responsabilidad. No hay más. Es que Fulanito me ha hecho…Céntrate en ti. Responsabilidad= libertad. De tu vida y en tu vida. Los actos y responsabilidades de los demás, para ellos.
- Tira de la madeja de tus creencias. Mismas creencias, mismas historias, mismos patrones, mismo camino. Y, esto es muy importante, SIENTE.
- Foco en lo que sí prefieres vivir en tu vida. Las listas del “no” están guays para un descarte rápido, pero cuando tenemos más destreza en hacer la del “no” y en la del “sí” nos quedamos tiesas…¡meeeeec!
- Despídete de las excusas. “Es que mi perro se ha comido mis e-mails” o “Es que necesito tener 800 cosas antes de poder lanzar mi proyecto”. Ante la excusa, mano dura con la acción.
- Sin acción no hay reacción. O mi mítica en terapia “Mejor hecho que perfecto”. Coge la frase que te dé la gana, pero decisiones y acción. En bucle.
PD. Lo de El club de las F*cking Diosas.
A tope con tu existencia 🦖
Sara Martín