¿No tenemos tiempo o no gestionamos nuestro tiempo?
Aquí es donde debemos ser brutalmente honestas con nosotras mismas.
No es que yo sea una controladora área de fugas de tiempo, pero si supieras la cantidad de veces que he escuchado esta frase y cómo la hemos reestructurado (con transformación en la vida real), fliparías.
La pregunta no es si tienes tiempo o no.
Esto es como la vacuna del Cvid. El debate no está en vacuna sí o vacuna no, por mucho que nos emperremos.
Está en cómo se está usando esa vacuna.
Pues con el tiempo pasa lo mismo, ¿tengo tiempo o no lo tengo? Ese, para mí, no es el debate.
Si empezamos por el principio qué tal. ¿Para qué quiero tiempo?
Porque excepto en contadas ocasiones con situaciones familiares muy concretas, tiempo hay.
Límites no, tiempo sí.
Priorizar no, tiempo sí.
No sé si has jugado alguna vez al maldito Candy Crush.
¿Cuántos días o semanas podías pasarte en una pantalla chunga? Si no pasabas la pantalla, no avanzabas.
Así de simple.
Podías quedarte toda la eternidad en la misma pantalla hasta que el videojuego te llevase a Lourdes para colocarte algunas piezas fáciles para que, de una vez por todas, salieses de ahí.
El mismo sistema del Candy Crush lo utilizo yo (sin lo de “los milagros a Lourdes”).
Nivel de prioridades. Si no paso el nivel uno, no sigo jugando.
¿Qué me permite?
- Estar mucho más enfocada
- Tener una ruta de trabajo
- Ser mucho más productiva
- Más motivación
- Mayor avance
Y es que el priorizar a lo loco, sin estructura, veo que nos lleva a una bola de nieve cada vez más grande que se traduce en ansiedad, estrés y frustración la (gran) mayoría de las veces.
PD. Sobre límites, muy relacionado con el tema de priorizar, vamos a entrenar en El club de las F*cking Diosas.
PD2. Lo de las early adopters se acaba hoy a las 23:59h. A las 23:59h reales, no a las 23:59h con prórroga porque me lo habéis pedido/me lo estáis preguntando mucho.
Gran vida 🦖
Sara Martín